Hace no muchos años, recibí con sorpresa la noticia que los Vikingos de Minnesota, equipo de Futbol Americano de la NFL, cambiaría de sede después de 35 años ininterrumpidos de albergar tanto eventos deportivos, de entretenimiento y culturales.
El Hubert H. Humphrey Metrodome fue hogar no solamente de los Vikingos, además desfilaron por el inmueble los Gophers, equipo de futbol americano universitario e incluso los Twins de beisbol.
Una ciudad de empuje y creciendo a un ritmo acelerado, Minneápolis evolucionó y nuevos espacios de cultura y entretenimiento emergieron; Los Golden Gophers inaugurarían el TCF Stadium el 2009 y los Twins el Target Field a mediados del 2010, dejando el Metrodome a manera de crónica anunciada de su expiración.
Fue en Mayo del 2010 cuando oficialmente se anunció la construcción de un nuevo inmueble que pondría a Minneápolis y al bello estado de Minnesota en la óptica de la nación.
2009 fue un año que difícilmente olvidaré; mientras todas estas noticias sobre la construcción e inauguración de los nuevos estadios en el Estado donde viví (y continuaría viviendo) buena parte de mi vida, disfrutaba en Torreón mi propia experiencia de ser parte de la construcción del nuevo Estadio Corona, casa de los Guerreros del Santos Laguna, la cual es hoy un ícono de mi región y es cada día un motivo de asombro y orgullo difícil de describir; era un tema que simplemente llamaba toda mi atención, un estadio nuevo y potencial candidato para ser sede del evento-espectáculo más importante y más valioso del mundo según Forbes: El Super Bowl.
Las buenas noticias llegaron pronto y justo en vísperas del inicio de su construcción se hizo oficial su sede en Minneapolis para el 2018. Un gran regalo para Minnesota y para toda su comunidad, además de una verdadera lástima quedarse a tan solo un paso de ser el primer equipo en la historia de la liga en disputar el Super Tazón en casa.
No es la primer final que recibe la ciudad, el antiguo Metrodome fue testigo en 1992, sin embargo otro Minneapolis recibe el Super Bowl LII; dejó se ser un área enorme de estacionamientos para los pequeños negocios de los alrededores y se convirtió en un de los Downtowns más integrales de los Estados Unidos, con actividades en el sector comercial, vivienda, áreas verdes y de entretenimiento, acompañado de una inversión importante en servicios de transporte público conectando prácticamente a todos los suburbios con su Centro y con su Estadio.
El US Bank Stadium, casa de los Vikingos de Minnesota recibe con los brazos abiertos al mundo, a aquellos millones que observarán apasionadamente el gran juego desde sus televisiones y a los afortunados dueños de lugares dentro del Estadio durante ese día. Un estadio hecho para la gente, para que disfruten de cerca las acciones de juego, para los amantes del deporte, del arte, de la música y de la historia misma al revivir la temática de los primeros asentamientos escandinavos en Norteamérica: los Vikingos, y el sonar el Gjallarhorn, que de acuerdo a la mitología nórdica representaba el sonido para anunciar la llegada de los dioses y anunciar la gran batalla a punto de comenzar.
Que gran historia la de esta región que considero mi segunda casa, su admirable gente y sus increíbles condiciones climáticas.
Desde hace tiempo dejé de ser únicamente Lagunero, poco a poco me convertí Minnesotano.
#BoldNorth #Skol
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